Manifiesto – Día de la Mujer
Manifiesto escrito, leído y explicado por los delegados/as de los cursos superiores del Colegio Sagrado Corazón Pamplona, ante sus compañeros/as con motivo del Día de la Mujer:
«Silencio. Silencio hubo durante mucho tiempo. Los golpes fueron silenciados, los cuerpos fueron silenciados, las bocas fueron silenciadas… pero el silencio, como todo, termina.
Y no callaron las mujeres de Reino Unido y Estados Unidos durante la primera ola feminista. No calló Clara Campoamor, ni Rosa Luxemburgo… ¡No callaron! Porque estaban saturadas del silencio. Del silencio que mataba, que quemaba, que pintaba de blanco las paredes quemadas de la fábrica de Cotton en Nueva York el 8 de marzo de 1908. Y no callaron, ni callan, ni van a callar las voces de las mujeres silenciadas, y no callaran porque no quieren, porque su historia es la historia silenciada. La historia que se va llenando de su fuerza, de su lucha. Voz tienen y voz piden. Y solo queda, después de tanto silencio, gritar con ellas.
Y no. No me callo. No me callo cuando me gritan por la calle como si fuera una muñeca de entretenimiento. No nos callamos cuando no obtenemos ningún reconocimiento deportivo, aunque nos calle el resto. No me callo cuando mi madre me obliga a volver con alguien a casa porque sabe el peligro que hay ahí fuera, porque ella tampoco se calla. No se calla cuando ve que no recibe ni la mitad de reconocimiento que un hombre con el mismo puesto de trabajo que ella. No se calla cuando ciertas personas dan por hecho que su trabajo son las tareas del hogar. No se calla cuando tiene errores al conducir porque claro está, “tenía que ser mujer”.
Y no se calla como tampoco se callan aquellas mujeres que no tienen la suerte de trabajar. No se callan cuando reciben insultos por la calle. No se callan cuando sus hijas/os vienen del colegio diciendo que han ofendido a su familia. No se callan cuando vienen diciendo que alguien les ha dicho que una familia sin un padre no es una familia. No se callan cuando sus hijas se sienten humilladas, puesto que los hombres son más fuertes físicamente, y es que ya no estoy hablando de superioridad o inferioridad, estoy hablando de igualdad, porque no me callo, ni me caigo, ni lo haré, ni yo, ni tú, ni nosotras. Porque en pleno Siglo XXI seguimos aquí, aunque no se nos vea u oiga, aunque se nos haya callado o no se nos haya escuchado.
Ahora es el presente, y ahora no nos callamos porque estamos aquí, luchando día a día por seguir, porque tenemos claros nuestros principios y lucharemos por ellos hasta el final. Que estamos hartas de violencia y de armas, pero más aún de ser nosotras el arma silenciada. No nos hace falta disparar para demostrar que estamos aquí, y tenemos voz, tenemos fuerza y todas somos una, porque amiga, compañera, madre, abuela, sobrina, tía, profesora, espero que sepas que nunca estarás sola en esta lucha por la igualdad.
La equidad es el primer paso para conseguir aquello por lo que nunca más vamos a callar».