Estudiaron en el colegio – ¡Enhorabuena!
Compartimos la columna publicada por Tomás Yerro en Diario de Navarra el pasado 24 de diciembre, en la que habla de la historia de superación y lucha por la vida de Blanca Angulo Gonzalez, exalumna del Colegio Sagrado Corazón Pamplona. Merece la pena leerla hasta el final.
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BLANCA NAVIDAD
por Tomás Yerro
BLANCA Angulo Muñoz. Pamplonesa, treinta y tres años e ingeniera agrónoma por la UPNA. A los veinte, siendo todavía estudiante y practicante destacada de yoga y taekwondo, se le diagnosticó un cáncer hematológico muy grave. Al cabo de dieciocho meses y de una larga serie de pruebas y terapias no poco agresivas, logró la curación. La profesionalidad del personal de la sanidad pública navarra, el apoyo de la familia y la ayuda de sus amigas y compañeros de clase fueron factores decisivos en su proceso clínico. Y, sobre todo, su propia personalidad, capaz de afrontar tan difícil etapa de la vida, con ánimo positivo, como una oportunidad de cambio, mejora y crecimiento personal.
Superada la enfermedad, la Fundación Josep Carreras contra la leucemia le invitó a plasmar por escrito su experiencia, recogida ahora en el libro «Pagoda negra. Cómo superé un cáncer», (Editorial Evidencia Medica, 2018), una narración autobiográfica, encarnada en la protagonista Itxaso, un alter ego, otro yo ficcional de Blanca, que recorre un camino plagado de dificultades hasta recuperar la salud perdida. Este bildungsroman o relato de aprendizaje trasciende el mero testimonio personal y se convierte, también, en una atractiva obra de autoayuda, nutrida de filosofías orientales y de ciertos elementos de la cultura actual: textos literarios, películas, canciones y psicología cognitiva.
Conjurando muchos prejuicios acerca de la juventud, se nos muestra como una joven alegre, trabajadora, disciplinada, abierta al mundo, capaz de acometer retos muy difíciles y de luchar por alcanzar sus sueños. Su carácter excepcional lo ratificó con creces cuando la vida le asestó un duro golpe. Su lección encierra, pues, un valor universal.
En las presentes fechas navideñas, propicias a la apoteosis del consumo, los innumerables regalos clínex, los excesos etílicos y las reuniones familiares a menudo impuestas, Blanca aporta un mensaje de austeridad y autenticidad: “El cáncer me enseñó a vivir de verdad, a disfrutar, a reír, a ayudar a los demás, a no rendirme, a creer en lo imposible, a saborear los momentos, a ser feliz.” Su Pagoda negra representa un canto formidable a la amistad, la paciencia, la alegría, la valentía, la persistencia, la positividad, la esperanza, la sabiduría de verdad… Un himno a la vida y la dicha, factible incluso en las circunstancias más adversas.
Queridos lectores, deseo que pasen unas fiestas dichosas con gratas compañías y que encaren 2019 con el espíritu de Blanca. Ella sí nos ha aportado una “oh, Blanca Navidad”.