Estudiaron en el colegio
Me llamo Pablo Amilibia Munárriz y soy ex alumno del Sagrado Corazón. Hace casi 12 años que terminé mi formación en el cole, etapa de la que guardo un muy buen recuerdo y donde hice grandes amistades. A pesar de que no tenía una clara vocación al terminar el colegio, decidí cursar la doble licenciatura en ADE y Derecho en la UPNA. Sin duda, recomendaría estos estudios a aquellas personas que sientan curiosidad por dos de los principales engranajes que mueven el mundo: las leyes y las empresas.
Durante mi etapa universitaria, aproveché para estudiar dos semestres en el extranjero, uno en Sídney y otro en Lisboa, experiencia que también recomiendo fervientemente. Al terminar la carrera, entré a formar parte de las Becas de Internacionalización ICEX. Se trata de un programa de tres años que brinda la oportunidad de cursar un MBA en Comercio Internacional en Madrid (1er año), para después trabajar en la Embajada de España en alguna de sus 100 Oficinas Económicas y Comerciales (OFECOME) distribuidas por todo el mundo (2º año) y terminar el programa trabajando en una empresa española o un organismo multilateral (3er año).
En mi caso, elegí La Habana como destino de Embajada en 2017 y viví en Cuba un año inolvidable. Me mudé a Estados Unidos en 2018 para trabajar en iSiMAR, una empresa navarra de muebles de diseño que desarrolla proyectos de hoteles, restaurantes y oficinas de la mano de los estudios de arquitectura e interiorismo más prestigiosos del planeta. Durante los tres últimos años, he ayudado a expandir el negocio de iSiMAR al otro lado del charco, primero desde Nueva York y más tarde desde Washington DC. Después de este largo periplo, acabo de regresar a Pamplona y he empezado recientemente a trabajar en Das Nano / Veridas, una empresa navarra puntera en inteligencia artificial y biometría.
Considero que la sólida formación académica y humana que recibí en Sagrado Corazón fue el acicate que me empujó a conocer mundo. El colegio siempre ha apostado por enseñar todo lo bueno que hay en nuestra tierra y también más allá de nuestras fronteras, abogando por un mundo más unido, más justo y más generoso. Un centro que te enseña a reflexionar, a ayudar al compañero y a tender puentes, es un colegio que cumple perfectamente con su labor educativa.
Desde estas líneas, animo a los alumnos a que estudien otros idiomas, exploren otras culturas y conozcan otras realidades. Hoy más que nunca, hace falta gente de mente abierta y despierta, con ganas de aportar soluciones y voluntad de cambiar aquello que no funciona tan bien.